GLENDA ROSERO ANDRADE
Artista multidisciplinar
Cerámica - ilustración - arte y maternidad
Artes Menores
La cerámica, en el campo de la plástica, es aún considerada un arte menor y su historia se relaciona estrechamente con la elaboración de objetos para el uso cotidiano y lo telúrico, lo que incide en la desvalorización del material como plataforma para realizar objetos en el espacio de la legitimación plástica como lo son aquellos pertenecientes a la pintura o la escultura. Esta diferenciación de territorios corresponde a las nociones clásicas de Bellas Artes y artesanía que, previo a la segunda mitad del siglo XX, se demarcó también bajo criterios de género: mientras los varones realizaban obras consolidadas en el mundo del arte, las mujeres se contenían al interior del hogar y se relegaban al mundo de la elaboración de objetos de carácter práctico. La relación entre cerámica y mujer es un legado que, en términos generales, todavía forma parte del campo simbólico de los oficios.
Las tareas del hogar también han sido relacionadas con los oficios femeninos. Históricamente, la polarización de las labores productivas y reproductivas fue también sesgada por criterios de género en donde se colocó en el territorio de lo público al varón y en el privado, a la mujer. La administración del hogar y los enlaces afectivos que se tejían dentro de él se establecieron como responsabilidades femeninas. La narrativa con la que se construye la memoria familiar se concibe, hasta la actualidad, bajo los criterios del mundo de los afectos y fue organizado con álbumes de fotografías que se conciben como un catálogo visual y público de un grupo determinado (Silva, 2008, p. 78). El ordenamiento del relato familiar realizado bajo criterios femeninos se determina por su construcción del pasado con una carga de emociones y afectos.
La cerámica y la elaboración del relato familiar tienen un punto en común: ambas actividades circundan en el imaginario de las tareas realizadas por/para mujeres, lo que las condiciona a un aminoramiento de su valor dentro de un sistema que legitima aquello elaborado o ejecutado por manos masculinas. Ambas tareas, tanto en el mundo del arte como en el campo productivo, han estado relegadas a la periferia por considerarse expresiones poco potentes.
Artes Menores se propone como un laboratorio/taller de producción artística. En él se trabajará con las narrativas familiares que elabore cada participante creando un catálogo visual modelado e ilustrado por ellas mismas y elaborado sobre un plato llano. El proceso de ilustración sobre el plato se realizará con las técnicas cerámicas de vidreado y quema para obtener como resultado final platos decorativos con imágenes simbólicas de la familia de cada participante. En relación a las imágenes del proceso y bocetos de la propuesta, no pueden determinarse todavía ya que se proponen dentro del laboratorio con las participantes. El proceso y los resultados finales serán expuestos en el 1er Simposio de cerámica contemporánea organizado por la Carrera de Artes Visuales de la Universidad San Francisco de Quito.
En la propuesta para el Project Room Artes Menores, el objeto cotidiano porta la poética de la memoria y se valida a partir de las sensibilidades femeninas que se presentan como un significante artístico. La construcción de la memoria familiar desde los afectos, la materialización del recuerdo en un producto aminorado por los discursos artísticos dominantes y la decisión de mostrarlo según las nociones estéticas de cada mujer se legitiman en un espacio institucional abordándose desde la experiencia femenina.
Las participantes de este Projecto Room fueron: Cristina Álvarez, Paola Vásquez, Paulina León, Carolina Carrillo, Michelle Hidalgo, Vanessa Paredes, María Fernanda Arias, Valeria Almeida, Noemi Guingla, Marta Lasso y Emillye Díaz Torres. Debido a la pandemia del COVID-19, la modalidad fue virtual.
Obra de Carolina Carrillo Obra de Paola Vásquez
Obra de Cristina Álvarez
Obra de Vanessa Paredes Obra de Violeta Martínez (6 años- hija de Vannesa)
Obra de Fernanda Arias